Se habla de problemas de erección cuando el hombre no consigue tenerla o mantenerla durante el acto sexual, pero también cuando se observa que la rigidez ha disminuido.
Además, cuando se presenta esta situación durante varios días seguidos, la falta de erección puede generar ansiedad al tener sexo, disminución del deseo sexual o, inclusive, eyaculación precoz.
Esto también afecta a la pareja, por lo que hay que mantener una comunicación abierta y honesta sobre lo que sucede y buscar una terapia psicológica y sexual que ayude.
¿Qué hacer cuando hay problemas de erección?
Aceptar que se tiene un problema
No siempre la falta de erección se considera un problema. Empieza a serlo cuando, a pesar de sentir deseo sexual, se evita tener sexo por temor a “no cumplir”. Cuando la situación es tal que el placer sexual se evapora y solo queda ansiedad, sí, se tiene un problema.
Buscar ayuda médica
Acudir a un especialista para descartar razones médicas es indispensable; por lo general, la erección no sucede por motivos psicológicos, aunque pueden existir causas fisiológicas que la impiden.
Es recomendable hacerse el examen de próstata anualmente después de cumplir los 50 años. En los hombres más jóvenes, como ya comentamos, las razones pueden estar en aspectos psicológicos, y por eso es recomendable acudir a un urólogo para despejar dudas.
Impacto en la pareja
Cuando una pareja siente atracción sexual el uno por el otro, es lógico que haya sexo entre ambos. Cuando el hombre tiene problemas de erección, la pareja (sea mujer u hombre) tiende a sentirse ansiosa.
La pareja comienza a hacerse preguntas, “¿será mi culpa?”, “¿ya no le gusto, no siente atracción sexual hacia mí?”, “tal vez lo esté haciendo mal, quizá no puedo darle el placer sexual que él necesita”, y un montón más por el estilo.
Todo esto, y la falta de comunicación, hacen que la tensión entre ambos crezca y se generen situaciones de gran ansiedad, que pueden culminar en serios problemas de pareja, y hasta en ruptura.
El hombre debe buscar una solución, no dejar que los problemas de erección permanezcan en el tiempo. No solo por su salud física, mental y emocional, sino también por la salud de su pareja y su tranquilidad.
Es cierto que para la mayoría de los hombres su desempeño en la cama es primordial para su propia autoestima. La falta de erección puede causar una grave pérdida de autoconfianza, y si no habla con su pareja, esto puede empeorar.
Y para que nos demos una idea de lo presionados que se sienten, los hombres, cuando acuden finalmente a una cita con el médico, tardan de media dos años en pedirla.
Todo tratamiento para la falta de erección comienza por ubicar la causa; las terapias, como es lógico, dependerán del origen.
En opinión tanto de urólogos como de psiquiatras y psicólogos, el componente psicológico es común a la mayoría de los problemas de erección que presentan los hombres, conocido como “ansiedad de rendimiento”.
A nivel circulatorio, la ansiedad causa un efecto de vasoconstricción periférica, capaz por sí sola de producir una pérdida de erección.
Mantener una buena comunicación con la pareja, acudir a un especialista y lograr estrategias efectivas para el control del estrés y la ansiedad son fundamentales para solucionar este tipo de problemas y alcanzar una relación plena y satisfactoria.
