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5 claves para disfrutar del fetichismo




El fetichismo es la atracción sexual por un objeto, una parte del cuerpo no especialmente erógena, lugares, gestos, conductas de las parejas o situaciones específicas cuya presencia es indispensable para tener sexo o sentir placer sexual.

Los fetiches, tradicionalmente, han sido estigmatizados como una perversión o una desviación sexual, y la realidad es que no es así. El principal problema con el sexo es que hacen falta más investigaciones empíricas, que no se dan por prejuicios morales, sociales y culturales.

¿Recuerdas a Master y Johnson, o el Informe Kinsey? Sin duda fueron pioneros en el estudio de la sexualidad humana y contribuyeron a que muchos prejuicios sobre el sexo fuesen revisados y matizados, pero aún falta muchísimo.

El fetichismo y los fetiches son un buen ejemplo de ello, pues es preciso entender que tener un fetiche o ser fetichista no te hace una persona “rara”, “anormal”, “enferma”. Es mucho más común de lo que nos imaginamos. 

Por ello hoy hablaremos de este tema y de cómo incluirlo para que nuestro placer sexual sea mayor, seguro y aceptado.

1. El primer paso: identificar tu fetiche

Un fetiche puede ser literalmente cualquier cosa. Existen tantos fetiches como personas. Piensa bien: ¿te gusta una ropa en particular para tener sexo? ¿Se despierta tu deseo sexual ante un objeto preciso (zapatos, correas, prendas de cuero…)? 

¿Sientes atracción sexual por determinadas personas en determinadas circunstancias? Teniendo en cuenta que uno de los factores que caracteriza al fetichismo es esa atracción sexual por una cosa en particular y sin la cual no alcanzas el orgasmo (o incluso llegar a excitarte), te será más fácil identificar tu fetiche.

2. Acepta tu fetiche y determina si conlleva riesgos

Aceptar que se es fetichista es dar un paso en el camino de una sexualidad sana, siempre y cuando se entienda la actividad sexual como una actividad compartida y consensuada.

Si tu fetiche involucra a otras personas y significa que de algún modo puede lastimarlas o no pueden dar su consentimiento (como en los casos de pedofilia o necrofilia), podrías estar presentando un trastorno parafílico; busca ayuda si sientes un deseo compulsivo y no puedes controlarlo.

Si te gusta la autoasfixia erótica y solo de esta forma obtienes placer sexual, debes asegurarte de que corres un riesgo mínimo. Si te gusta practicar el bondage al tener sexo, asegúrate que tu pareja lo acepte.

3. Aprende a diversificar

La exploración del fetiche y del fetichismo puede enriquecer tu vida sexual a niveles inimaginables, sobre todo si, una vez identificado el fetiche, te ha servido como trampolín para innovar al tener sexo.

Puedes descubrir que tienes otros fetiches y al experimentar con ellos te hará sentir más libre en tu actividad sexual.

4. Habla con tu pareja

Si te excita disfrazarte y ver a tu pareja vestirse de otra persona, ¿por qué no aprovechar la circunstancia para involucrarla? Así, ambos podrán disfrutar al máximo del deseo sexual y compartirán esos “pequeños secretos”, que formarán parte del repertorio de experiencias gratificantes.

5. Busca a personas que compartan tu fetichismo

No tiene que ser el mismo fetiche, obviamente, pero cuando encuentras a otras personas con gustos parecidos a los tuyos, te ayudará a no sentirte aislada/o y a no sentir vergüenza.

El fetichismo forma parte de nuestra vida, solo ten presente que el practicarlo no debe dañar a nadie (ni a ti) y que siempre debe conllevar la aceptación de la otra persona.

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